miércoles, octubre 05, 2005
Beneficios SURC: Cordero patagónico en Rigoletto, Carmen de Patagones
CorderoPatagónico
El mejor restaurant criollo que he visitado, por precio, ambiente y calidad de la comida y por lejos, es Rigoletto, antigua casa central de la Cooperativa Agrícola y Ganadera de Carmen de Patagones.
Como estamos trabajando en Viedma, cruzamos el Río Negro en lancha que parte a una cuadra del hotel. El paseo fluvial es corto pero muy agradable. Apenas bajamos del vehículo acuático pudimos comenzar a apreciar la diferencia de altura: Carmen de Patagones es una meseta empinada.
Desde el puesto de cruce hacia la derecha debimos hacer una cuadra y en esa esquina encontramos el restaurant, con aire de pulpería por la distribución y con perfume de asado al asador.
No hay que preocuparse por la carta más que en elegir el vino. Nos decidimos por el Latitud 33 Cabernet Sauvignon (Adrián habría preferido un Syrah pero yo no tomo esa cepa, que me resulta demasiado empalagosa).
Empezamos por la mesa de entradas a los deleites: jamón serrano en abundancia, un queso tipo holanda bien maduro y diversas ensaladas con variedades como broccoli, sesos y unas aceitunas negras carnosas.
Tuvimos que hacer una fila para llegar a la parrilla donde encontramos los famosos corderos de la zona, al asador sin dejar secar: pedí un riñón y una porción de vacío y los aliñé con chimichurri. Una delicia.
Mientras comíamos y tomábamos notamos que la atmósfera, musicalizada con atino con un viejo álbum en vivo de Silvio Rodríguez, se convertía en parte del sabor de la comida, lo que nos invitó a tomar otro vino para favorecer la filosofía.
En eso llegaron los bailarines y la trova trocó en tango, bailado exquisitamente por una pareja en el escenario iluminado con buen gusto, de tal modo que eran dos más sus dos bellas sombras de colores los que bailaban.
A la salida trepamos esa cuadra y buscamos, sin suerte, una casa histórica que hubiéramos querido ver. Sí pudimos apreciar la belleza de la costanera desde la plaza de la catedral. Un paseo de los sentidos.
# por Ignacio Nicolás Rodríguez @ 6:16 p. m.
